lunes, 20 de junio de 2011

20 de junio - Día de la Bandera - Fallecimiento de Manuel Belgrano


El 3 de junio de 1770 nace en la ciudad de Buenos Aires José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano. En aquel entonces la ciudad era una dependencia del Virreinato del Perú y recién en 1776 se convierte en la capital del Virreinato del Río de la Plata.
Su padre Domingo Belgrano Pérez originario de Italia se trasladó a Cádiz (España) y de ahí a Buenos Aires en 1751. Aquí se convirtió en uno de los hombres más ricos junto con los Escaladas. Su actividad era el comercio, especialmente con los ingleses y franceses, luego de que España quedara bloqueada económicamente por las guerras. Una parte de sus riquezas se devía al tráfico de esclavos a través de Brasil.
Domingo se casó con una distinguida dama santiagueña, María Josefa González Casero. De los dieciséis hijos que tuvieron, algunos de ellos murieron, las cuatro mujeres se casaron con distinguidos comerciantes, y los varones tuvieron destinos diversos. Uno de los hermanos perteneció al clero, otro se dedicó a las actividades comerciales junto a su padre y Manuel Belgrano se convirtió en un prócer multifacético.
Fue abogado, funcionario del Virreinato, militar, secretario del Consulado, pionero de la economía política en esta parte del continente , propulsor de la educación y periodista.
Su genio e impronta se debe, tal vez, a que ha sido educado en las instituciones más prestigiosas de Europa y América. Comenzó sus primeros pasos en el Real Colegio de San Carlos, hoy Colegio Nacional de Buenos Aires. En 1786 se graduó como licenciado en Filosofía. Gracias a este título pudo ingresar a la Universidad de Salamanca en España.
Esta Universidad una de las más prestigiosas de Europa alojaba a reconocidos fisiócratas que Belgrano pudo conocer. La fisiocracia era una doctrina económica que sostenía que la riqueza tenía su origen en la naturaleza, en definitiva, era la agricultura la encargada del crecimiento económico de las naciones. A su vez esta teoría era apoyada por la idea de que el Estado no debía intervenir en esta actividad.
En 1789 se graduó como bachiller en Leyes y más tarde como abogado. Su preparación intelectual estuvo tal vez signada por su oposición a las rígidas leyes establecidas por el monopolio español sobre el comercio, al que Belgrano se oponía.

Luego de recibirse como abogado fue nombrado Secretario Perpetuo del Real Consulado de Comercio de Buenos Aires. Éste fue creado en 1794, mientras nacían nuevas instituciones con el reciente nacimiento del Virreinato del Río de la Plata. Su función en este organismo era proponer medidas de fomento de la agricultura, de promoción de la manufactura y de protección del comercio. Su desempeño, que tuvo muchas oposiciones en su intento de diversificar la economía, duró hasta 1810, antes que sucedieran los hechos de la Revolución de Mayo. En definitiva, muchas de sus ideas como Secretario fueron obstruidas por los intereses de la Corona Española por seguir subordinando la economía de Sudamérica a sus necesidades. Sin embargo, uno de sus frutos más destacados en su labor en el Consulado fue la creación de una Escuela de Comercio.
Su afán por fomentar la educación, una de las bases del crecimiento, según creía Belgrano, lo llevó a crear una escuela técnica, la Real Escuela de Náutica que prepararía a los jóvenes para la carrera comercial marítima y por algunos enfrentamientos militares entre rivales comerciales. Sin embargo, nuevamente las trabas desde España llegarían rápidamente y en 1806 la escuela se cerraría. Como esto no era suficiente para Manuel, decidió crear también una Academia de Geometría y Dibujo, a la cual él mismo asistía a clase, pero en 1804 el instituto fue clausurado. ¿A qué no saben por quién? Sí, por el rey de España como no podía ser de otra manera.

Cuando se producen las Invasiones Inglesas, sin ninguna preparación militar más que lo que la experiencia le había otorgado, Belgrano fomentó la formación del Regimiento de Patricios, luego de la primera Invasión inglesa. En ocasión de las Invasiones Inglesas Manuel Belgrano manifestó que prefería "el amo viejo (España) o ninguno (Inglaterra)". Grandes Biografías de los 200 años. Manuel Belgrano. Clarín.

Como periodista y propulsor de las ideas patriotas, en 1801 impulsó la fundación del periódico Telégrafo Mercantil, Rural, Político, Económico e Historiográfico del Río de la Plata y colaboró con el Semanario de Agricultura, Industria y Comercio, un año después.
Cuando se produce la Revolución de Mayo de 1810, Belgrano fue nombrado vocal de la Primera Junta. Para llevar a cabo sus ideas patriotas realizó una expedición al Paraguay y la Banda Oriental y vivió en carne propia el Motín de las Trenzas.

El recuerdo más perdurable de su vida, y el cual conmemoramos el 20 de junio, fue la creación de la Bandera Nacional (día en que se produce su fallecimiento en el año 1820, y no el día de la creación de la insignia patria). El 13 de febrero de 1812 remitió al Triunvirato una nota informando sobre la creación de la bandera para que las tropas del Regimiento de Patricios pudiera tener un distintivo frente a las tropas que en cualquier momento pudieran enfrentar sobre el Río Paraná donde se había levantado la defensa de la caótica situación que estaban viviendo las tropas patriotas en todo el territorio de Sudamérica. Los colores celeste y blanco fueron elegidos conforme a los colores de la escarapela. Al Triunvirato no le gustó la idea de distinguirnos de España con una bandera, y rechazó la orden de Manuel, pero como por suerte ya era tarde para recibir la noticia, Belgrano izó la Bandera que todos los días en nuestras escuelas saludamos.
A pesar de todas las contradicciones de aquellos años, Belgrano siguió adelante con sus ideas y presentó batalla en Tucumán y Salta a los realistas (defensores del Rey de España) y sufrió las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma.
Como consecuencia de aquella derrota Belgrano fue remplazado en el Ejército del Norte por el coronel José de San Martín. Ambos se encontraron en Yatasto el 29 de enero de 1814 donde cambiaron el mando y compartieron sus ideas de Independencia de Sudamérica.
Muy enfermo y lejos de Buenos Aires, Belgrano decidió morir en esta última. Viajó hasta la capital con dinero prestado, ya que toda su fortuna la había destinado a cumplir sus ideales. Paludismo, hidropesía y tal vez, sífilis llevaron a Manuel Belgrano a la muerte en la casona de Santo Domingo donde había nacido, el 20 de junio de 1820.

Qué tristeza es ver, escuchar y sentir la falta de respeto a nuestros símbolos patrios en muchas ocasiones, ya que es un símbolo que en la actualidad representa la identidad y unión, no como en su origen que fue un símbolo de guerra (por ella murieron muchos hombres, mujeres y niños en mano de los Imperios y su acción de opresión a la Humanidad). 
Cuando miremos y saludemos a nuestra bandera no tengamos en cosideración sólo un pedazo de tela celeste y blanca que flamea por acción del viento, sino aquellos rostros conocidos y desconocidos que se llenaron de sangre para defender a los hombres de la esclavitud y la degradación de la esencia humana provocada por seres sin escrúpulos y afán de poder.

Recordamos y agradecemos, reconociendo sus virtudes y errores, a Manuel Belgrano por su lucha contra el Imperio Español y por dejar encendida la chispa de la libertad, que aún no se ha alcanzado, pero que han continuado los ciudadanos argentinos y del mundo. 

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